Hámsters chinos

Hámsters chinos

El hámster chino es, como su propio nombre nos indica, originario de China, más concretamente del norte del país. No obstante no solo podemos encontrarlo en estado salvaje en China, pudiéndose encontrar también en la zona sur de Mongolia. Su denso pelaje le ayuda a protegerse del frío de la zona.

Características físicas

El hámster de China puede alcanzar los 8 cm de largo y puede vivir entre 2 y 3 años, el promedio de vida común entre las razas de hámsters. Es una raza que se reproduce con cierta facilidad, pudiendo tener camadas de hasta 8 pequeños cada 6 meses. Esto hace que el número de hámsters sea elevado, lo que a su vez genera que el precio de éstos en el mercado no sea demasiado elevado.

Volviendo a las características físicas del hámster chino, éste presenta una cola más larga de lo que es habitual en los hámsteres. El cuerpo de esta especie es, por regla general, relativamente largo, pero nunca flaco. El pelaje de su cuerpo es corto pero suave.

El dimorfismo sexual en esta especie es sencillo de distinguir por dos detalles: normalmente los machos son mucho más grandes que las hembras, pero además éstos presentan los testículos muy visibles.

Carácter y comportamiento

Generalmente esta raza de hámster es relativamente tranquila. Decimos esto porque a pesar de su reputación de ser hámsters muy tranquilos, hay ejemplares que pueden ser un poco más nerviosos de lo habitual y mostrar un comportamiento agresivo para protegerse.

Y es que son animales con un comportamiento un poco nervioso, y utiliza su gran velocidad para escapar de cualquier peligro que pueda imaginar. Al principio será perfectamente normal verle esconderse al notar que nos acercamos a él, pero con el tiempo se acostumbrará a nosotros y no se esconderá.

Hábitat y tipo de jaula

Es preciso conocer ciertas pautas básicas a la hora de elegir la jaula correcta para esta especie. Y es que estos hámsters presentan un cuerpo más delgado que el estándar, lo que hace que sea peligroso ponerlos en ciertas jaulas de alambre, ya que pueden deslizarse a través de los barrotes.

Una manera de combatir este problema es optar por otro tipo de jaulas, o incluso adaptar un acuario para el hámster, ya que de él no tendrá manera de escapar.

También es importante tener un poco de cuidado a la hora de escoger los accesorios, en particular en relación a la rueda de ejercicio. El motivo es que el engranaje de este tipo de ruedas muchas veces está pensado para hámsters de tamaño estándar, y presentan huecos lo suficientemente grandes como para que nuestro hámster pueda meter la pata y hacerse mucho daño.

Al contrario de lo que ocurre con la gran mayoría de especies de hámsters, podemos tener a una pareja de la misma especie en la misma jaula y se llevarán bien. Pero si se trata de una pareja macho y hembra, la relación no será tan sencilla y el riesgo de tener demasiadas camadas es muy elevado. 

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